Ya no sé cuántas veces empecé en tu cuello y acabé en la luna. He perdido la cuenta del número de veces que he peregrinado por tu cintura, o las que he hecho turismo por tu ombligo. Eres mi propio Big Ban . Una explosión de sentimientos en estado puro, la euforia en persona, la pasión en suspiros. Eres el ritmo de tu propia canción, la manzana prohibida, el humo de un buen cigarro, el sudor frío de una primera vez, la anticipación de aquello en lo que llevas soñando toda tu vida. Eres mis nervios y mi mar en calma. Mi chupito de tequila, un beso en el cuello, una explosión de rabia. Eres el frío del invierno, un beso bajo la lluvia en primavera, un amor de verano, la primera hoja caída del otoño: la forma de perderme y encontrarme, la manera de ir a contracorriente, el hielo cuando quema. Lo eres todo y a la vez eres nada.


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