"Recuerdo que dolía, dolía dentro"

Creo que la vida no nos prepara para esto. Ni para saber valorar el recuerdo ni para saber comprender por qué. También creo que esa chica a la que veo todos los días llora cuando entra en su portal. Puede que le pase lo mismo que a mí y que no comprendamos el amor

Amor. Esa palabra dicen que a los adolescentes les queda grande. Yo no lo creo. 

Creo que el amor llega en la infancia de la mano de tu padre, aprendiendo a bailar en sus pies descalzos, que siguió contigo, aunque fuera un poco escondido detrás del pelo del vecino nuevo, ese que te sonríe en el ascensor.Luego llega el imposible, ese que te parece el primero, por que no lo puedes olvidar en la vida, el que parece que se llevó en sus ojos todas tus lágrimas.

Luego está el que no lo sabes bien, pero ya se te ha calado en la médula y en todas las partes sensibles de ti. Se clavó en tus ojos cuando lo viste sonreír, en tu sonrisa cuando te dio el primer beso, y por qué no, en tu corazón cuando te hizo el amor. Pero después, cuando se acaba, sabes que fue él, por que se lo llevó Septiembre, el mismo que te acojona con la llegada del otoño, el mismo que te recuerda que estás sola y que ni siquiera la chica del portal te comprende, que el mismo que te sonreía entre beso y beso es el cabrón que está compartiendo amaneceres con la que os vendió el primer día de playa, y no, no es que duela, es que te cala.

Cuando te das cuenta, dejas de ser tú y pasas a ser la persona que más odiabas. Te cambió, y eso te jode, pero sabes que eres la bala hecha a la medida de otro, pero da igual, por que el que va a disparar el gatillo siempre va a ser el mismo. Siempre vas a tener ese dedo de tu mano recordando que antes solo contabas por él y ahora solo tienes ganas de dejar de echarlo de menos, o de llamarlo y esperarlo. 

Ya sabemos que siempre somos algo masoquistas en el amor, y lo peor es que todo el mundo repetiría el dolor solo por volver a vivir la felicidad acumulada en sus ojos y esas ganas de comértelo a besos que no cesan nunca, y esos días echándolo de menos, pero teniendo la seguridad de que iba a volver. 

Yo creo que el amor es algo que te da la vida, y que si se va, es sobrevivir. Algo que puede llevarte a la misma locura de parar y disparar balas por la misma persona, por desvelarse y llorar, por reír y consolar, por echar de menos y tragarse el orgullo, por entenderlo y comprenderlo, por apoyarlo y defenderlo, por levantarlo, pero nunca acostarte con él, por que sino, perdiste, y el amor no consiste en perder o ganar, consiste en jugársela, aunque te dejes el corazón en el intento.