Nunca sabes lo que puedes encontrarte cuando caigas, y no sabes que has estado arriba hasta que te arañan en la herida. Nunca sabes que te podría pasar si te enamoras de quién no debes, aunque no sabes que te has enamorado de quien no debías hasta que te ahogas en un mísero charco. Nunca sabes lo que puedes perder, aunque sí deberías saber que a veces es peor el remedio que la enfermedad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario