Lo que trato de explicar es que muchas veces me he sentido sola, pero arropada, no sabría definir eso. Que todo lo que quiero hacer a veces nunca sale bien, porque me siento sola, aunque no lo esté, aunque ella siempre está ahí. Soy inconsciente de que me quiere con todo lo que ella puede dar, que nunca deja que te quedes llorando a oscuras, y que no es de esas que te deje el hombro, es de esas que parte la cara del que las provoca. Es alguien que cree en eso de que todo puente está enamorado de un suicida, y en vez de pensar que ella es el puente, se cree la suicida, pero ya estoy yo aquí para enseñarle lo contrario. Por ti, todo es por ti.
Ahora quiero que leas cada una de las palabras que va después de cada punto hasta llegar a la última coma, porque eso es lo que eres en mi vida, lo que significaste y sigues significando.
Estoy justamente a 113 kilómetros de esa mitad mía que un día llorando te di, porque así sé que si esta se rompe, la otra está a buen recaudo. Aquí tienes la otra tuya, con mi mitad partida que cada vez que 113 acaba en 0, se unen, y créeme, querrían hacerlo con pegamento...
Sé que llego tarde, pero espero llegar aún a tiempo... Sé lo que es echar de menos porque te conozco a ti, porque no te tengo cada día compartiendo risas, provocando carcajadas con sabor a vozka, porque no estabas aquí cuando me rompieron el corazón, porque no estabas cuando me lo reconstruyeron... Pero a pesar de la distancia he aprendido algo, que te quiero con todo mi corazón, que me has apoyado, ayudado y defendido tanto como si estás en la China o en la capital enemiga.
Nunca seré capaz de agradecerte cada caricia de alivio, cada cosa que me cuentas, cada "estoy muy orgullosa de ti", todo lo que me sigues dando, y por lo que hoy en día, soy. Gracias a ti.
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